jueves, 6 de agosto de 2009

LMA: Leucemia mieloide aguda

Descubiertas nuevas mutaciones asociadas a esta dolencia
Secuencian el genoma de un segundo paciente con leucemia mieloide aguda

Foto: Jacques Brund

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en Estados Unidos han secuenciado el genoma de un segundo paciente con leucemia mieloide aguda (LMA) y han descubierto nuevas mutaciones genéticas asociadas a la enfermedad.

La investigación, que se publica en la revista 'New England Journal of Medicine', revela que una de estas mutaciones también es común en ciertos cánceres cerebrales llamados gliomas y que otra se produce en un segundo paciente con el mismo tipo de leucemia. Se desconocía que ambas mutaciones estuvieran vinculadas a la leucemia.

Según los investigadores, el hecho de que estos errores genéticos se produzcan en ocasiones en otros pacientes sugiere que las mutaciones son relevantes para el desarrollo y la progresión del cáncer. Los autores apuntan que aunque estos descubrimientos no conduzcan al desarrollo de mejores tratamientos sí subrayan la importancia de secuenciar muchos genomas del cáncer para desvelar sus bases genéticas.


--------------------------- Extraído del sitio web Europa Press.com

Hoy ha sido uno de esos días en el trabajo.

La playa de la Barceloneta se llena cada mañana de gente, se vacía tras las noches de largas juergas y saluda a los noctámbulos que se quedan a celebrar otro amanecer.

Cuando salgo a la zona de Consultas Externas una gran vidriera muestra esa playa. El hospital en el que trabajo tiene un poderoso atractivo en las vistas que ofrece al paciente. Vistas que ayudan a aliviar pesares, quiero pensar que confortan. Al menos en esto coincidimos todos los trabajadores: en la maravillosa proximidad del Mar Mediterráneo.

No es bueno implicarse mucho, lo he dicho varias veces. No es bueno para nosotros ni para los pacientes. No les ayuda ser atendidos por alguien frío y distante, pero tampoco necesitan lástima o compasión. Es algo asumí con naturalidad desde el primer día de trabajo.

Pero, a veces, un día especialmente sensible, un tono del mar, un particular estado de ánimo, crean la fractura por la que se cuela la emoción.

Hoy, un paciente de la sexta ha sido dado de alta, nada extraño. Cada día entran y salen pacientes, de una forma u otra, siempre a contrarreloj, con la eterna lucha de la falta de camas, de las urgencias que no se pueden demorar, de la gente que tiene un problema de salud y no entiende nada.

La diferencia es que este paciente está particularmente mal, no es demasiado mayor y su pronóstico es tan malo como se puede imaginar. Una leucemia mieloide aguda le está ganando la batalla.

Le está ganando la guerra.

Es mi comentido hacerme cargo de toda la documentación clínica necesaria de los pacientes. Por eso he sabido de él, de su estado. Se le ha trasladado a una centro de una población del Pirineo catalán. Se va allí deshauciado, a esperar lo inevitable.

He subido a entregar los papeles del alta y su esposa me ha llevado fuera de la habitación para que su marido no escuchara la breve conversación que hemos tenido. Ha sido rápido: la medicación paliativa necesaria está prescrita en el informe de alta y la ambulancia estaba ya a punto de llegar para trasladarlo. La tristeza serena de los ojos azul intenso de su esposa, una mujer muy guapa, me han traspasado como puñales, al mirarme directamente a los ojos.

Otras altas hospitalarias me han tenido ocupada en la sexta planta, así que yo me dirigía al ascensor cuando le he visto ya preparándose para marchar hacia la ambulancia. Los chicos que llevan estos transportes son encantadores, gente maja, muy cariñosa, que se hace cargo (lo sé por experiencia propia) con profesionalidad y tacto de los enfermos. El hombre sonreía mientras hablaba con los conductores.

Me duele siempre, pero hoy me ha dolido más.

No estoy triste. Son cosas que pasan y que nos pueden pasar a todos. Nadie está exento. Los que estamos trabajando allí hacemos lo humanamente posible por ayudar a los pacientes. Pero nadie hace milagros.

Esta tarde me ha llegado la noticia de la Agencia Europa Press. Es un rayo de luz en la investigación que lleve a dar con el remedio para esta enfermedad.

Pero, para José, como para otras almas, el remedio no llegará a tiempo.

2 comentarios:

Tesi dijo...

Jobar...Has conseguido que se me ponga a llover por dentro :(

sarah dijo...

Ay! Tesi, no era mi intención... tan solo pretendía explicar cosas que no siempre queremos ver, pero que están ahí. Hay que vivir intensamente lo bueno que nos depara la vida, que no todo son tristezas, pero están, y cuando llegan hay que saber afrontarlas también.

Un beso, y venga, que el sol no deja de lucir...


Lovecats, de Benita Winkler