martes, 21 de septiembre de 2010

Suplente en combate



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Hay días...

El trabajo de suplencias me puede en ocasiones, cuando se complica y no hay tiempo para cambiar el chip.

No es que no pueda, es que necesito pararme, tomar aire y respirar.

A un mes vista de las oposiciones, para las que se supone que debería estar estudiando horas y horas, me sale el trabajo por todos lados.

Esto es lo que pasa cuando una resulta ser una artista de convocar a Mr. Murphy en su vida.

Me equivoqué al casarme. Mr. Murphy, un hombre seriamente divertido, perversamente cómico, parece ser las más de las veces el verdadero hombre de mi vida.

Mañana y pasado doblaré turno: por la mañana en un centro de drogodicción y por la tarde, sin tiempo para comer, a otro de salud mental...

Y entre todo estaré yo, con la mejor de mis sonrisas, y estarán los pacientes.

No hay duda de que podré con todo, y encima sacaré media hora de mi vida para repasar algún tema, ni por decir que no he abierto los libros de las malditas oposisiciones.

No me quejo, es el camino que elegí hace dos años.

Pero... ¿tiene que venir todo de golpe? en mi caso sí, soy la especialista de las carambolas profesionales y vitales.

Pero esta noche, me río; al fin y al cabo todo, todo es... tan irónico.

4 comentarios:

Joselu dijo...

He subido un momento a mi buhardilla y he visto con alegría tu actualización -la brujita de la buhardilla- que se ríe casi para no llorar, pero se ríe y eso es lo que cuenta. Tus pacientes recibirán tu paciencia y amabilidad, y encontrarás tiempo para estudiar. Sé que es duro, pero efectivamente el que algo quiere, algo le cuesta. Y los tiempos no están para bromas. Un abrazo de ánimo y de complicidad. Ya lo creo que podrás.

sarah dijo...

Gracias por tu comentario y tu fidelidad. Voy viendo desde la buhardilla que actualizais con frecuencia y estos días apenas me paso por los espacios amigos; trabajar, estudiar y las tareas familiares habituales me llena de sobra el día.

Sonreirás si te cuento lo siguiente: el viernes pasado (fiesta de la Mercè en Barcelona) ingresaron a un familiar muy allegado de mi pareja, lo que ha añadido una vuelta de tuerca a nuestra existencia. Así que otra vez me tocan los viajes diarios al hospital Clínic en donde ayer, en la planta de Medicina Interna, sonaba precisamente esta canción que subí en esta entrada; sonreí, es que no es para menos.

No sé si veré de nuevo a aquel curita en el que ambos nos fijamos hace un tiempo, apresurada como iré con el libro bajo el brazo.

Un abrazo a todos, lamento mi ausencia y espero que se me disculpe :)

Tesi dijo...

Hola Sara.

¿Hay alguna forma de escribirte de una manera menos pública?

Un abrazo enorme.

sarah dijo...

Tengo 2 cuentas en gmail, la del perfil, al que está vinculado este blog y la otra: bluenereida con la coletilla de siempre (arrobagmailpuntocom).

Puedes escribirme a cualquiera de las dos, las reviso con frecuencia.

Un abrazo.


Lovecats, de Benita Winkler