viernes, 14 de noviembre de 2008

Una canción... un lamento

Evancescence, My inmortal

Un vídeo, una canción.

Me impresionó la canción desde el momento, lejano, en que la descubrí.

Me impresionó su letra: Lamento sereno. Ausencia. Soledad.

Suelen decir que cuando amputan un miembro, pervive el dolor fantasma... es como si ese miembro siguiera ahí, en su sitio. Se le siente, se le nota. Pero hace tiempo que no está.

La tristeza, el paso del tiempo, la nostalgia por esa presencia hoy hecha vacío... la intención de amar más allá de la ausencia, del desamor, de la indiferencia, más allá del tiempo.

Romántico. Absurdo y romántico.

El vídeo me impresionó por otro motivo: está totalmente filmado en mi ciudad. En lugares que son especiales para mí.

La plaza con la fuente en la que Amy aparece es la plaza de Sant Felip Neri, en pleno barrio Gótico. Aparecen rincones del barrio de la Ribera, y jardines que hay en la montaña de Montjuïc. Son... paisajes que forman parte de mi vida, de mis propias soledades. Son lugares por los que he paseado, unas veces con objetivo, otras buscando mi rumbo; a mediodía, al amanecer, he visto puestas de sol desde Montjuïc, sobre las tres chimeneas... buscando ese punto en que el mar y la tierra se funden y crean el horizonte. Son mis lugares.

Me gustó que Amy cantara en ellos, para ellos. Me gusta lo incondicional del dolor que transmite la canción. Es una manera distinta de añorar a alguien que hace tiempo siguió su camino. Es otra manera de dejarse ser en lo que es y no puede ser de otra manera.

Siempre a vueltas con lo mismo: el pasado se fue. El futuro quién sabe lo que traerá. Lo que hay es lo que es.

Lo que es, es lo que hay.




Estoy tan cansada de permanecer aquí
abrumada por todos mis temores infantiles
Si tienes que irte
Ojalá tan solo te fueras
porque tu presencia todavía permanece aquí
y no me dejará en paz.

Estas heridas no parecen sanar
Este dolor es tan real
hay tanto que el paso del tiempo no puede curar,

Si llorases yo enjugaría tus lágrimas
Si te asustaras yo me llevaría tus temores
Y yo sostendría tu mano durante todos estos años,
pero tú aun posees
todo lo que soy.

Solías cautivarme
con tu hermosa luz
Ahora estoy unida a la vida que has dejado
Tu rostro persigue
mis sueños, antaño agradables
Tu voz se llevó
toda mi cordura que había en mí.

Estas heridas no parecen sanar
Este dolor es tan real
hay tanto que el paso del tiempo no puede curar,

Si llorases yo enjugaría tus lágrimas
Si te asustaras yo me llevaría tus temores
Y yo sostendría tu mano durante todos estos años,
pero tú aun posees
todo lo que soy.

He intentado convencerme de que te has ido para siempre
Y, aunque estás todavía en mí
Me siento totalmente sola.

2 comentarios:

Ramón María dijo...

Tristeza, nostalgia, ¿Que pasa? sarah, animate mujer solo un poquito...


Muxus hogei.

sarah dijo...

Montxu, guapo

No estoy triste. Ayer por la noche recordé esta canción. Me gustó ponerla aquí, traducir sus letras con mis burdos conocimientos de inglés, para compartir la sencillez de su belleza. La canción es bonita, lo que dice es cierto y las imágenes del vídeo me cautivaron porque he paseado tantas veces por esos rincones del casco antiguo de Barcelona, que en cierto modo son igualitas al casco viejo de Bilbo... he paseado por allí bajo la lluvia, llorando en el pasado el desamor, echando de menos a alguien, buscándome a mí misma... es todo esto y más lo que la canción significa para mí.

Mas, no estoy triste, Montxu, lo parece pero no. Los fantasmas se quedaron en Prenafeta. Un día llegará, Montxu, en que no me harán más daño.

Cuando miro atrás en mi vida y veo cuánto he amado, cuánto amor he dado a gente que posiblemente ni se lo merecía ni valía la pena, que no ha apreciado esos trozos de mí misma que les he ido regalando sin pedir a cambio... a veces, tan solo a veces, siento si no he malgastado mi tiempo (qué comercialmente asquerosa frase es ésta).

Pero no fue nunca tiempo perdido. Allá cada cual con sus sentimientos y maneras. Lo que yo di en el pasado, dado está y lo hice con toda el alma, segura de volver a hacerlo de tener oportunidad.

Cada uno es como es y yo soy la que soy. Lo que es es lo que hay.

Yo, hoy, estoy bien.

Gracias por compartir Montxu, siempre es un placer tenerte cerca.

Muxus hogei :)


Lovecats, de Benita Winkler