viernes, 8 de octubre de 2010

Otoño: we are the thieves


------------------------------------------

Viernes. La ciudad en la que vivo despierta gris, sucia, húmeda.

El cielo se cierne amenazante ante nosotros. Posiblemente lloverá.

Hace varios días que ha soplado una brisa fresca, que en momentos se tornaba viento.

Un viento juguetón, broche final de un verano que hace días nos abandonó.

Dejo las ventanas de mi casa totalmente abiertas, dejo entrar el aire fresco de la mañana.

Todo se mueve con lentitud a mi paso.

La bruma del sueño deja paso a un leve instante de recuerdo: un gesto, una mirada, un detalle. Queda un regusto de deseo entre los instantes de la mañana. El pensamiento viaja veloz hacia ninguna parte. Mis pensamientos son nubes que veo en el horizonte, que contemplo pasar y que desaparecen rápidas, con esa brisa que ahora mismo corretea por las habitaciones.

A mis gatos les gusta la música del piano. Escuchan atentamente los acordes de Merten.

Mis gatos husmean el aire, en busca de misteriosos perfumes que mis fosas nasales de primate no captan.

Yo, como ellos, husmeo, buscando.

Buscando, ¿qué?

2 comentarios:

Joselu dijo...

¡Quién sabe! Sobre todo, tal vez, sentido. Me gustan también los días ventosos en que entra el aire por las ventanas, en especial cuando me voy a dormir y dejo la puerta del balcón abierta para sentir la ventolera. Igual los días de tormenta me hacen sentir acompañado cuando oigo repiquetear la lluvia en las claraboyas de la buhardilla (también tengo una buhardilla!!). Me gusta el gris intenso. Creo que disfrutaría en un clima extremo como el del norte de Canadá o Alaska. Me gustaría pasar allí un invierno husmeando y no haciendo nada salvo escribiendo, comunicándome, caminando. Una vez lo hice en Las Alpujarras de Granada. Me pasé dos meses husmeando, escribiendo un detallado diario, leyendo, haciendo largas caminatas, mandando cartas, teniendo sueños intensos e hipocondria. No lo pasé del todo bien, pero recuerdo ese tiempo como muy especial. Husmear es una buena actividad y un verbo bonito.
H U S M E A R...

sarah dijo...

Me has comentado con anterioridad sobre esa etapa en las Alpujarras.

A mí también me gustan esos días ventosos, grises, de lluvia... estamos en la estación, "mi estación favorita", que invita al paseo, la reflexión y cierto recogimiento.

Adoro ese verbo que mencionas, quizá yo, contagiada por esa curisidad que muestran los gatos, también me paso el día como ellos, olisqueando, husmeando, curioseando...


Lovecats, de Benita Winkler