sábado, 23 de octubre de 2010

Brownie para amigos

La cocina es un pasatiempo y una necesidad. Se puede cocinar para sobrevivir, se puede comer eternamente de sobres aprovechando la amplia oferta que la industria alimentaria pone a nuestra disposición y se puede comer bien cocinando con imaginación según lo que se encuentra en el mercado.

Yo soy de las que disfruta y se entretiene cocinando. Comenzó como un interés de adolescente: me relajaba en mis horas de estudio aprendiendo a cocinar lenguas de gato, bizcochos, cualquier cosa que sonara a dulce. Luego, lógicamente, vino lo demás.

Comencé con la ayuda de los libros de cocina. He cocinado casi de todo: potajes, paellas, fideuás, ossubucos, canalones, lasañas, hago mis propias masas de pizza, caldos, cremas de verduras, quiches, bizcochos, panellets, trufas, profiteroles... incluso en mi época de vegetariana estricta aprendí a preparar seitán, una experiencia divertida y muy gratificante.

A medida que aprendes a cocinar, vas asumiendo lo que yo llamo una cierta "intuición". No hace falta un gran dominio de las cantidades ni ajustarse al guión de una receta. La experiencia y cierta sensibilidad hacen el resto. Con el tiempo, algunas acabamos por tirar los libros de cocina y encendemos el horno a ver qué ocurre.


Esto se pone de manifiesto con la receta del brownie. El brownie es un pastel de chocolate muy típico de los países anglosajones. Es, básicamente, una mezcla (explosiva) de mantequilla, chocolate, azúcar, huevos y nueces. Hay infinidad de variaciones de la receta original. El secreto del brownie está en dos cosas: primero, utilizar ingredientes de calidad y segundo, ajustar los tiempos de cocción. Sobre la razón del segundo punto he de decir que el brownie no debe acabar de cocerse del todo. Debe cocerse "a medias" para lograr una corteza que encierra la parte central sin acabar de cocer, tierna o cremosa. Conocer el comportamiento de nuestro horno es importante. De hecho, el secreto de casi todos los bizcochos bien hechos radica en la cocción, más que en si nos hemos pasado de cantidad con el azúcar o el aceite de oliva.

Mi brownie suele ser un "must" cuando voy a cenar a casa de mis amistades y mi familia. El viernes por la noche asistí a una cena con buenos amigos que tengo en Terrassa y cada uno trajo un plato distinto. Una de mis amigas es una excelente cocinera y nos agasajó con una corona de calabaza con salsa de roquefort que despertó más de un gemido de placer (mío), unas ensaladas de rúcula con queso griego y tomates... fue una orgía de colores y sabores más allá del manido plato de embutidos con pan (y tomate, al estilo catalán).

Mi versión funciona como os contaré a continuación. Apunto cantidades que yo siempre doy como aproximadas, ya que en la cocina la flexibilidad es una gran cualidad.

------------------- INGREDIENTES ----------------------------
200 gr. de chocolate fondant (yo gusto de ponerlo alto en cacao, mínimo 70%).
200 gr. de mantequilla (nada de porquerías tipo margarina, no os dejéis engañar).
150 gr. de azúcar (si es glas, mucho mejor, pero yo utilizo la normal, más a mano).
3 huevos grandes.
100-120 gr harina blanca (a veces la pongo integral o de espelta, entonces suelo poner algo menos), pasada por el cedazo, para que no queden grumos.
1/4 de sobre de Levadura Royal.
Un puñado de nueces (o almendras, o avellanas... cualquier fruto seco vale)
Trocitos de naranja confitada, al gusto.

------------------- ELABORACIÓN -----------------


1. Encendemos el horno para comenzar, a temperatura media.
2. Engrasamos el molde: pasarle una capa de mantequilla de aceite, luego lo espolvoreamos finamente con harina. Yo siempre sacudo y tiro la harina que se desprende, la sobrante.










3. En un cazo, a fuego mínimo, pongo a fundir la mantequilla mezclada con el chocolate fondant. Técnicamente se debería hacer al baño María, pero, a fuego mínimo y removiendo sin parar, queda igual de bien. Eso sí, no podéis descuidaros, si la mantequilla o el chocolate hierven, la mezcla se desvirtúa mucho, el secreto está en remover sin parar hasta que ambos hayan fundido y se hayan mezclado.







4. En un bol cascamos los huevos y se baten con brío un par de minutos, (pensad en vuestro jefe, suele funcionar).
5. Añadimos el azúcar y seguimos batiendo, hasta conseguir una mezcla espumosa.
6. Con las varillas de batir vamos añadiendo suavemente la mezcla de mantequilla y chocolate. Esta mezcla ha de tener un bonito color marrón, brillante, que se mezclará bien con los huevos y el azúcar.








7. La textura será como de crema, no hace falta batir mucho rato. Una vez mezclado, añadimos la harina como en lluvia. En este punto dejamos las varillas de batir y mezclamos con una espátula de madera, efectuando movimientos de fuera hacia dentro, "envolviendo" la masa.
8. Finalmente mezclamos con este método los frutos secos y la naranja confitada.
9. Esta mezcla, que debería tener una textura de crema espesa brillante y algo viscosa (o sea que se deslice, pero no demasiado) se vierte en el molde.
10. La cocción. A mí me funciona lo siguiente: 15 minutos a horno medio-fuerte y 20 minutos bajando la temperatura a medio-bajo con la idea de consolidar la corteza (y no quemarla), cocer un poco más el interior, pero no cocerlo totalmente.Yo tengo un sencillo horno de gas, que suele cocer con una temperatura más alta y más desigual que los hornos eléctricos, mucho más fáciles de comprender. Aquí es donde cada uno tendrá que investigar con su propio horno y llegar a una "entente cordiale". Si se cuece demasiado por dentro no es una tragedia, se convierte en un delicioso bizcocho de chocolate. Entonces hay que vigilar que no se queme la corteza.
----------------------------------------



Luego, al servirlo, se suele calentar un poco para fundir la parte central del brownie, y se sirve con crema de leche. Yo suelo poner una flor de nata sobre la porción de brownie, o servir mermelada de naranja amarga clarificada, para acompañar la porción.

Está claro que la receta británica es distinta, yo adapto todas las recetas a mi modo particular de hacer, es lo que hace que cada uno de nosotros tenga "su punto" personal. A partir de aquí se pueden variar las proporciones, probar con cacaos más puros (yo he encontrado uno de 85% de pureza en un mayorista de pastelería que hay en el centro de Barcelona), harinas diversas (la de espelta me gusta con diferencia a la de trigo, y es más nutritiva)... ¿quién dijo que la buena cocina "ha de pagarse"? para los amigos es gratis :)

4 comentarios:

Joselu dijo...

Parece fácil y delicioso. Pero no sé si chocolate tan puro me gustará. Suelo comer siempre el chocolate con leche. Me parece que no hablas de la levadura, no lo recuerdo. Imagino que se echará con toda la mezcla. Tengo horno eléctrico. Seguiré las instrucciones y este sábado haré un pastel que mi mujer se va a quedar estupefacta. Gracias por esta dulce sugerencia. Un abrazo.

mily dijo...

Tiene una pinta buenísima, en cuanto pueda me pongo a preparar uno, gracias por la receta!!

Vero dijo...

Graicas por la receta!!!!!!!
Rsulta que me mude hace poco a un depto de alquiler temporario en buenos aires y vendran mis primos a conocer y me dijeron: "queremos que nos recibas con brownies". Jamas en mi vida hice unos...... asi que bueno,veremos como me salen
algun consejo para principiantes?

sarah dijo...

Valeria, para mí, lo principal es "llevarse bien con el horno". Hace poco lo cambié y he tenido que reajustar tiempos y actitudes con el nuevo, porque todo cambia en función de cómo y cuánto irradia el calor.

Si eres nueva en esto, no esperes el día de la cita para prepararlo por primera vez. Ensaya, tendrás un desayuno muy agradable mientras experimentas.

No olvides que la cocina no es una ciencia exacta.

Saludines desde el Mediterráneo.


Lovecats, de Benita Winkler