sábado, 29 de mayo de 2010

El otro lado del espejo: Seven



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Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.
Friedrich Nietzsche.

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Descubrí esta canción en los títulos finales de la película Seven. Es un tema que me gustó y luego, más tarde, al ver el videoclip, sucumbí a la fascinación de su crudeza y plasticidad.

Seven es una película que no veo a menudo. No me gustó en el sentido bueno de la palabra, me incomodó, me horrorizó, me dejó los ánimos bajo mínimos, fue como dejarse ir de la mano de Bambi para caer en la peor de las pesadillas.

Sin embargo encontré el film fascinante, brinda una visión pesimista, realista y pesimista del mundo y los seres humanos que lo habitan. Me enseñó lo que esconde "nuestro mundo" de civilización y tecnología, al modo de una metáfora y con una visión a ratos lírica.

A caballo entre thriller, cine negro, marcó una moda en cintas sobre asesinos en serie. He visto varias y con mucho ésta es mi preferida.

La historia es sencilla: un detective joven, ambicioso, recién llegado a la ciudad y otro a punto de jubilarse, investigan unos horrendos crímenes cometidos por un asesino en serie. Acabarán descubriendo que el asesino sigue un patrón, el de los pecados capitales mostrados en La Divina Comedia de Dante Alighieri. Prontó serán consciente de que detrás de los asesinatos se esconde alguien culto, que se yergue en juez y verdugo de las miserias humanas, haciendo pagar a cada uno de las víctimas su pecado. Los detectives acabarán siendo peones de la trama del asesino, llevándolos a enfrentarse a ellos mismos aparte del propio autor de los asesinatos.

El ritmo y la tensión va in crescendo, a la par que el horror por el ensañamiento con las víctimas. Al mismo tiempo una no acaba de condenar al asesino, quien mira el mundo con los ojos de alguien totalmente decepcionado, asqueado de los reversos oscuros que todos tenemos, de su propio reverso oscuro. El asesino es un genial manipulador que finalmente le gana la partida al detective Mills, ante la serena tristeza del detective Somerset, quien, encarnado magistralmente por el actor Morgan Freman, observa el mundo con la pesadumbre de quien ve más allá y sabe lo que va a ocurrir. A ratos incluso parece comprender a John Doe en su cruzada contra la maldad, convirtiéndose él mismo a ella.

En su momento esta película me impresionó profundamente, está bien hecha y muchos detalles están sabiamente estudiados, la oscuridad de las escenas, la sensación de degradación de ciudad y habitantes, los sentimientos de impotencia de algunos seres humanos ante la máquina imparable de la civilización y una cierta fascinación por el lado oscuro que todos llevamos dentro, aunque en algunos seres este equilibrio entre luz y sombra se rompe para generar horror.

Me hizo reflexionar mucho sobre la gente que, presuntamente, conozco, a la que no, a la que temo, a la que me asusta. Me hizo observar con detenimiento a los desconocidos en la calle, en mi camino al trabajo, en mis paseos por la ciudad, por ver, por escudriñar precisamente lo que no se puede ver.

Viendo cómo va el mundo, observando los movimientos de la gente en el trabajo, leyendo el diario, comprobando día tras día la soberbia de muchas personas que engañna, defraudan, estafan a los demás en beneficio propio, a ratos, se me viene como en un flash amenazante, la figura de John Doe, diciéndome, invitándome como en las últimas escenas le decía al detective Mill: "siente la ira"...

Una amiga mía, anarquista de corazón, suele decirme que no cree en la bondad intrínseca del ser humano. Yo solía contradecirla con torpes argumentos, pero voy viendo, voy intuyendo, que es tristemente probable que tenga más razón que yo.

Ese es un poco el mensaje, a mi entender, de Seven. Y el maestro Bowie recoge magníficamente esa sensación en su vídeoclip, inquietante y transgresor.

Como en otras ocasiones menciono cuatro datos de importancia sobre el film. El reparto de actores es un lujo, destacando además de Morgan Freman a Kevin Spacey a quien descubrí en esta película. No puedo imaginar a otro actor metiéndose en la piel de John Doe.

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TÍTULO ORIGINAL Seven (Se7en). Publicada en 1995
DURACIÓN 127 min.
DIRIGIDA por David Fincher
GUIÓN de Andrew Kevin Walker
MÚSICA Howard Shore
FOTOGRAFÍA Darius Khondji
REPARTO: Brad Pitt, Morgan Freeman, Gwyneth Paltrow, Kevin Spacey, John C. McGinley, Richard Roundtree, R. Lee Meyer, Leland Orser, Richard Schiff
PRODUCTORA New Line Cinema
PREMIOS 1995: Nominada al Oscar: Mejor montaje
1995: Nominada BAFTA: Mejor guión original
1995: National Board of Review: Mejor actor de reparto (Kevin Spacey)
1995: Círculo de críticos de nueva York: Mejor actor de reparto (Kevin Spacey)
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5 comentarios:

Yolanda dijo...

Me encanta "Seven", siendo tan dura e incluso desagradable. Muchos la han imitado, pero ninguna la supera, como ocurre con "El silencio de los corderos". Inauguraron un nuevo género, una clase de terror policiaco nuevo e inquietante. Tiene escenas muy crudas, la historia en sí es espeluznante, pero sabemos que la realidad supera a la ficción, así que no resulta increíble. Sale mi admirado Brad Pitt como atormentado protagonista en la tremenda escena final, pero el que está que se sale, como casi siempre, es Morgan Freeman, qué hombre y qué gran actor...
Gracias por recordármela, buena ocasión para volver a verla.
Un saludo.

Joselu dijo...

No la he visto, pero me has animado a verla. Lo intentaré.

La dualidad (bondad/maldad)forma parte del ser humano. No han nadie que sea químicamente bueno y no hay nadie que sea absolutamente malo. Hitler mismo, paradigma del mal, seguro que en su pensamiento buscaba el bien para Alemania y la raza aria como supremos valores. Su corazón y su mente estaban equivocados pero él buscaba alguna clase de bien, y así lo recibió una mayoría del pueblo alemán que lo acogió como el representante de sus sentimientos. Él no engañaba. Quien hubiera leído su libro Mi lucha sabía de su desprecio hacia la democracia. ¿Era malo? A tenor de los resultados de su acción, no cabe duda de que fue un criminal inspirado por un amor enfermizo. Y posiblemente una enfermedad del espíritu, en la que no había lugar para la piedad, causó una de las mayores tragedias en la historia europea. Pero su enfermedad fue compartida y llevada al paroxismo por las masas alemanas que lo amaron e idolatraron. El bien produce mal, y el mal también puede producir bien sin duda. El problema no es que el ser humano sea o no intrínsecamente bueno o malo, es que es las dos cosas a la vez. En esa lucha de tendencias cada ser humano teje su personalidad y podemos decir que hay seres humanos que dejan una estela benefactora en su paso por el mundo y que otros dejan un triste reguero de perversión y tristeza. Otros no dejan nada, o casi nada.

Alonee dijo...

... te debía una visita... cuánto tiempo... y encima me encuentro con una foto de la "brujilla"... jajaja...

La película me gusto mucho... reafirma mi opinión compartida con tu amiga anarquista... (y Morgan Freeman es un actor al que suelo seguirle...) el final es...tremendo...

Pero lo que más me llama la atención de tu entrada es la cita de Nietzsche...qué verdad es...
un beso.

sarah dijo...

¡Gracias por vuestras aportaciones!

Yolanda, estamos de acuerdo con el magnetismo de una historia que, si bien es ficción (menos mal), aterradoramente podría ser real, ¿te imaginas si el ángel justiciero hiciera pagar por los pecados cometidos? ¿quién se erige en juez, quién en verdugo?...

Joselu, es cierto lo que dices, no hay bondad sin maldad ni viceversa, ni los seres estamos en uno u otro bando, debe de haber un equilibrio, que en ocasiones se rompe y... tremenda tu reflexión final: irse de aquí dejando una estela de amor, un penoso recuerdo o no haber dejado absolutamente nada en los seres con los que compartimos camino... qué fin tan triste, ¿no?

Alonee, he estado ausente por razones profesiones y de estudios y vi que también tú lo habías estado. Vi tu post de regreso y en aquel momento no supe contestar porque en cierto modo yo también me había quedado sin palabras. Pero, ya ves, pese a todo, hemos regresado ambos.

Sobre la película y su música, ¿qué añadir a ese final tremendo que todos habéis comentado? Esta película me dejó hecha polvo varios por días, pues la esencia de su moraleja era tan devastadora y, viendo el mundo cómo va, tan real... posiblemente tengais razón, y yo comienzo a verlo así, pero una parte de mi (la parte bambi, je je) sigue pensando que todavía tenemos ocasión de cambiar y reequilibrar el yin y el yang...

Tanto Pitt, como Poltrow, como Spacey y Freman bordan sus papeles, magníficos actores.

Mis saludos

samuel dijo...

Es angustiosa, bien hecha, pero angustiosa. Me ha traido a la memoria, salvando distancias, a la pelicula "Les rivieres pourpres" Los rios de color purpura, que es menos inquietante, una pelicula francesa con el siempre estupendo Jean Reno.
Yo si creo en la bondad, a ver, creo mas bien en la infelicidad segura del malvado. Luego estan las pequenas luchas entre bien y el mal, la supervivencia, la eleccion, cosas muy complejas que ya son graduadas por los limites que se impone cada cual, y se trata de averiguar que pesa mas en la balanza.


Lovecats, de Benita Winkler