martes, 11 de agosto de 2009

Buscando respuestas

Al hilo de las reflexiones, de las divagaciones de diversas amigas sobre la vida, la gente, el amor... (dichoso amor, divertimento complicado donde los haya) me ha venido a la mente uno de los episodios de Anatomía de Grey de los que, confieso, soy adicta, a algunos de ellos, al menos. Forman parte del escaso tiempo que dedico a ver la tele.

Este me gustó especialmente. Se lo dedico a Ada, para que no se desanime, que hay mucho en su vida, aunque ella ya lo sabe.


1 comentario:

Carmen dijo...

Gracias, Sarah. Éstoy luchando para contener las lágrimas, porque tengo al niño a dos pasos de mí y no quiero que intuya más de lo que ya intuye. Gracias, gracias, gracias. Estos días sabes que echo mucho de menos a alguien, a alguien que ha entrado en mi corazón como un huracán. Y sé que yo he sido un tifón en el suyo. Y ahora está lejos. Pero ese trocito de Anatomía Grey ha zarandeado mi alma. Llegamos solos y nos vamos solos, pero voy a luchar por lo que hay entre esos dos momentos.

Un beso enorme, guapa,

Ada


Lovecats, de Benita Winkler