viernes, 16 de enero de 2009

R. Wolff's To do or not to do: algunas reflexiones

Esta mañana me dispuse a responder los comentarios que algunos blogeros han hecho tras la lectura del artículo de R. Wolff que subí hace unos días. El caso es que la respuesta se me alargó tanto que he pensado en dejarla como entrada en sí misma, así, quizá, resulte más cómodo comentar, discutir y charlar sobre todo esto. Sigo insistiendo en que Robert escribe mucho en su sitio web y vale la pena acercarse a beber de sus fuentes (los que tengan conocimientos de la lengua de la "Pérfida Albión", of course, je je je). Yo he iniciado la traducción de otro artículo, bastante largo. También revisé y "pulí" un poco To do or not to do, ya que soy novata en esto de la traducción de textos de más de un par de párrafos.

Asimismo, si alguien que sabe inglés desea echar una mano o cree que mi traducción tiene errores, con sumo gusto acepto sugerencias, comentarios, modificaciones, que lógicamente incluiré en la traducción. Mi acción es totalmente desinteresada, no hay dinero ni privilegios a cambio. Lo he traducido porque "me dio la gana" :-)).

Bien, ahí van mis comentarios a Alonee y a Laureta...

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Gracias por vuestros comentarios. Mi intención al traducir y publicar estos artículos del señor Wolff no es otro que llevar a una reflexión que vaya más allá del discurso ecológico "políticamente correcto" y espero que más gente tenga tiempo y ganas de leer la traducción y se apunte al carro de las reflexiones.

Alonee: como suscribe Laureta, se entiende lo que el autor pretende con "no hacer nada" y creo que captas el mensaje. Ya hemos estropeado bastante las cosas. Creo, como Robert piensa, que, más que arreglarlo todo a nuestro estilo, ése de poner parches crear más máquinas maravillosas y más de todo, lo sensato sería parar todo este frenesí y vivir de un modo más simple, procurando asumir lo que está ya hecho. Desde luego esto pasa por ser conscientes de que... "no somos nadie", ni especie dominante, ni estamos al cargo del bienestar del planeta ni nos pertenece por algún extraño derecho autoproclamado. Sólo desde la humildad y la consiencia tendremos opciones; en caso contrario, la naturaleza nos pondrá a todos en nuestro sitio, por más fantásticos e inteligentes que nos creamos.

Laureta: agradezco profundamente el haber plasmado tus reflexiones, creo que como estudiosa de la naturaleza puedes entender en toda su crudeza la, digamos, "magnitud de la tragedia" ecológica que se ha creado, que nos lleva de cabeza al desastre. Y digo esto sin inquietarme ni adoctrinaros, biblia en mano con aquello de "¡¡¡El Armegedón está al caer, arrepentíos, pecadores!!!!". Las cosas son como son y, queramos o no, pagaremos las consecuencias. Tus comentarios no están fuera de sitio, antes al contrario, vienen muy bien.

Yo soy de las optimistas que, pese a que sabe que "el barco se hunde", sigue creyendo en los pequeños gestos, en la iniciativa personal de todos y cada uno de los que no podemos hacer nada "para salvar el mundo". Creo que se puede vivir de otro modo, sin tantas expectativas, sin tanta burocracia, sin tanto gadget. Pero eso implica desenfocar el mundo tal y como nos han enseñado (muy mal, por cierto) que es, hay que cambiar perspectivas, imaginar cualquier otra alternativa por loca que pueda parecer; hay que "desaprender" para volver a hacerlo de otro modo, aprender lo que realmente es necesario. O más bien debería decir que tendríamos que "recordar" cosas que la civilización nos ha hecho desestimar.

Tengo un hijo de 13 años al que le fastidian la vida con la dichosa ESO: le obligan a aprenderse fechas, hechos históricos, datos fríos, le embuten de conocimientos de salón, no le han enseñado a reconocer plantas en el bosque, a saber cómo actuar en el monte, no le han enseñado a pescar (por si acaso), a valerse por sí mismo en un entorno no urbano... si un día pasa algo gordo, estaríamos condenados ya que, fuera de la urbe de asfalto, no sabemos cómo sobrevivir, no conocemos ni una puñetera hierba, cómo cazar. Hemos perdido todas esas enseñanzas que un día el homo sapiens tuvo y que todavía se mantienen en los escasos grupos de cazadores-recolectores que subsisten como pueden en los rincones que la 1ª Civilización les deja a regañadientes...

Quizá mi discurso parezca luddita, siempre lo digo, no prentendo volver a las cavernas... pero es que somos demasiados ejemplares de homo sapiens sapiens pululando por el planeta, consumiendo recursos sin aportar más que tóxicos y más tóxicos. Cualquier estudiante de biología sabe que los hábitats son un equilibrio dinámico entre las diversas especies, entre la cantidad de alimento para una especie que, a su vez, es alimento de otra y así sucesivamente. Todo y todos están interrelacionados. Las especies "consumidoras" van decreciendo en número en la famosa pirámide de la ecología, por una cuestión tan sencilla como la disponibilidad de alimento, nosotros hemos roto esa norma (y algunas otras).

Y, mientras, no paramos de reproducirnos, crecer en número: "hay que mantener el sistema de pensiones" nos gritan los políticos, "hay que consumir para generar empleo" nos adoctrinan sin cesar...

Entiendo al conferenciante que mencionas, Laureta, cuando, al borde de las lágrimas, decía que si todos nos limpiamos el culo con papel (perdón por la expresión), "no va a haber para todos". No podía haber utilizado una metáfora mejor.

Por otro lado, las especies se extinguen, eso es un hecho de lo que el registro estratigráfico da fe. Unas especies dan paso a otras, algunas conviven y luchan si ocupan el mismo nicho ecológico. Hay lo que se conoce como "períodos de extinción masiva" que corresponden a épocas de la historia de la Tierra en las que, bien por cambios graduales en el clima o por eventos más traumáticos, se ha producido la desaparición de hasta el 90% de vida sobre la tierra (el período de extinción masiva de finales del Pérmico fue, según las evidencias y si no me falla la memoria, bastante dramático). Lo que el registro fósil también ha demostrado es que, pese a estos "cataclismos", la vida ha resurgido y ha seguido su curso, sí, con nuevas especies, aparte de las pocas que hayan sido capaces de sobrevivir. Nosotros hemos añadido muchas variables a la ecuación del equilibro dinámico ambiental, que pueden adelantar ciertos acontecimientos. Si desaparecemos (y seguro que pasará porque somos una especie más, no la especie) la vida seguirá su curso, otras especies surgirán. Así es como ha pasado y pasará. El único detalle es que somos tan memos que nosotros no estaremos ahí para verlo. No ocurrirá nada que no haya ocurrido antes. No pasa nada. Tan solo que... sería bonito aprender la lección y demostrar que el hecho de tener uno de los cerebros más desarrollados, en términos de evolución, nos ha servido de algo.

¿Utopía? ya lo decía alguien (¿fue Tomás Moro o Voltaire? si alguien más culto que yo lo sabe, que, por favor, me lo aclare :-) ): "seamos realistas, pidamos lo imposible"

3 comentarios:

Alonee dijo...

muy buenas, Sarah:
encantado de estrenar el "casillero" de comentarios, jeje:
mi postura es pesimista, de ahí venía el comentario que te hice en la otra entrada.
Leyendo tu nueva entrada, me viene a la memoria la película que te mencionó Laureta "Ultimatum a la Tierra" (aunque la película en sí no me parece especialmente buena), me viene a la memoria una frase de Einstein que no recuerdo literalmente pero que venía a decir algo así como "no se qué armas se utilizarán en la tercera Guerra Mundial, lo que sí se es que la cuarta Guerra Mundial será con palos y piedras" y me vienen a la memoria bastantes más cosas... como para otra entrada, vamos... aunque, en resumen, sí me quedaría con la Dualidad, y es que considero que el ser humano es maravilloso, y por culpa de ello está condenado a su autodestrucción.

PD: con la frase me has pillado, aunque la conocía no se de quien es. Pero sí te dejo otra de Voltaire:
"la civilización no suprime la barbarie; la perfecciona".

un beso, Sarah.

Laureta dijo...

El otro día leí tu entrada, pero tenía tantas cosas que mencionar, que al final, lo dejé para otro día y ahora necesito volver a leerlo, pero las horas no me lo permiten, así que prometo volver a comentar esta entrada porque me toca de cerca y lo necesito... no me olvido!!

Besitos, Sarah!! :)

Laureta dijo...

Bueno, ya estoy aquí... La verdad es que tienes mucha razón con lo que dices, es que el mundo está loco en todos los sentidos, y aunque es cierto que hay gente que intenta hacer lo posible para conseguir cuidar y mantener la naturaleza con sus respectivos hábitats, animales, plantas, etc... a la gran mayoria les importa más bien poco...

Es cierto que vivimos en un mundo abocado a la tecnología, en el que parece ser que sólo nos importa consumir, tener lo mejor, actualizar-nos materialmente, y eso siempre "cueste lo que cueste"... se ha perdido eso que hay que tener de saber "qué" vale cada cosa, el esfuerzo que significa comprar un coche nuevo, o una consola, o porque no, y como pasa en la mayoria de las casa, tener incluso varias... Hemos llegado a un punto, que mira, bien nos ha venido la crisis, para que la gente se de cuenta qué valen las cosas, dar ese valor que siempre han tenido y que parecia que habían perdido...

Yo soy bióloga, y aunque la rama de la enseñanza siempre ha sido mi segunda opción, una cosa siempre he tenido clara, me gustaría cambiar la manera de dar las clases a mis alumnos... porque aunque no se les puede enseñar todo lo que nos gustaría, los chicos deberían hacer por aprender plantas, animales, dar valor a la naturaleza, y crear personas, ciudadanos, gente con respeto a las cosas, pero sobretodo, respeto a aquello que nos da de comer... que no es el dinero como piensan la mayoria, és el campo, la naturaleza... que no cuando les digas que no malgasten agua, se rian como si eso fuera lo más imposible del mundo. Que no entiendan que sólo con cerrar el grifo mientras se enjuagan los dientes ya están colaborando (a los que todos dicen "aaahhh, ostras, es verdad!!"... estamos creando monstruos, y además, de qué sirve que aprendan miles de fechas, miles de años, miles de nombres si cuando salen del examen, plas... borrón y cuenta nueva...

Hace unos días, en un blog leí esta frase de Einstein (no la sé textual, pero se entiende, tal vez la leí aquí, no lo recuerdo): "No sé como serán las armas de la tercera guerra mundial, sólo sé que en la cuarta serán lanzas y piedras"... Creo que es lo mejor que podía pasarla a la tierra... aunque no todos tengan la culpa...

Muy buena esa frase, Sarah....

Sé que corre un libro por ahí que se titula (o algo parecido): El mundo sin nosotros, que habla de qué pasaría si de hoy para mañana se extinguieran todos los humanos... Tengo que hacerme con él, porque el extracto que leí, fue fascinante... Ya te diré el titulo seguro, igual te gusta... aunque me temo que estará en inglés.

Un beso, Sarah... gracias por esta entrada!

:) Y siento el rollo!!!


Lovecats, de Benita Winkler