miércoles, 21 de enero de 2009

Encuentros en el camino




A veces encuentro gente por el camino, o es la gente la que se da de morros conmigo. Supongo que la vida es, también, eso: un juego de coincidencias, destinos, azar o necesidad, que gentes sencillas como yo no logramos comprender.

He perdido la costumbre de andar buscando razones a todo lo que me ocurre. Simplemente las cosas pasan y yo no tengo el control de nada.

Me siento muy quieta en los lugares, en la playa, en el asiento del autobús, ante la ciudad, algunas tardes. Miro, simpre lo digo, siempre lo hago, y observo procurando no romper un silencio que me cuesta mantener. Pues no es bulliciosa la bruja... aunque también gusta, necesita, del silencio.

La imagen es una foto tomada en la sierra de l'Alkurruntz, en Navarra. Me la ha enviado Jordi Girbén, con quien comparto algunas cosas, entre ellas mi pasión por la tierra vasca y todo lo relacionado con ella. La imagen es preciosa, irreal, pero, sin embargo fue tomada por el mismo autor. Me ha dado su permiso para subirla, así que, mercès, eskerrik asko, amic Jordi!!!, así como para linkar su blog sobre sus andares por la... "tierra de las palabras complicadas"... el país dels mots difícils.

Miro la foto y veo magia, veo y siento el incalculable valor de un instante, quizá muy tremprano, una mañana, en que uno se funde con lo que ve, uno es lo que hay, es piedra, es carbono, es materia perecedera, es nada, es todo, es, fue, quizá será, pero, ahora, tan solo ahora, es.

9 comentarios:

Laureta dijo...

A veces vemos pasar oportunidades, situaciones, azares o grandes eventos delante de nosotros que no sabemos ver, apreciar o disfrutar, pero es cierto que la vida consiste en ese, en ver cuando toca ver, y dejar pasar en muchas ocasioanes... Observar, y actuar.... en silencio, muchas veces...

Me encanta la foto que has puesto... es genial. Me ha dado una sensación de libertad tremenda.

Sarah, preciosa entrada :)

PD: No me olvido de ese post prometido!! :)

Un besooooo Sarah!!

sarah dijo...

Je je, criatura, ya veo que gustas de reflexionar a horas intempestivas.

La foto, sí, es increíble, pero no es mía. Su autor es Jordi Girbén, quien muy amablemente me la ha enviado y me dio permiso para subirla aquí. ¿A que queda perfecta en este rinconcillo?

Besos y pásate cuando quieres y desees por esta, tu casa, xiqueta :-))

antrophistoria dijo...

No todo en esta vida tiene explicación. Y si lo tiene, muchas veces es mejor no buscarla. Puede hacernos daño.

Saludos!!

en Girbén dijo...

Sí, era muy temprano. Lo sé porqué estaba ahí, en la cima de lajas de rojiza piedra de afilar (la típica del Baztan). Subiendo me adelantó un pastor que subía a recoger sus ovejas. A la altura del collado de los dos menhires correteaban los potros de la yeguada. Al mandala del espectro hay que añadirle el sonido de sus esquilas cercanas.

Así recuerdo al Alkurruntz.
Jordi

sarah dijo...

Jordi, si ese es el olor y el sonido de esta foto, has tenido suerte de vivir un instante tan sublime.

Todo un privilegio que, además, compartes con nosotros.

Ya te lo dije en privado, pero gracias... :-))

sarah dijo...

Antrophistoria, pues sí. Solo que nos meten esa manía de querer racionalizarlo todo, analizar, diseccionar, mala costumbre que luego uno se ha de sacar a palos cuando la vida se encarga de hacernos ver que no siempre es posible. Un abrazo, Antrophistoria

Laureta dijo...

Hola Sarah... como lo prometido es deuda, ya te he dejado mi rollo en salsa brava... Ya verás porqué lo digo...

Me voy corriendo a ver ese blog de Jordi... ya quise hacerlo el otro día y no pude!! Voy pa' llà!

Un besooooooooooooooooo enorme!!!! Querida brujilla compañera de viaje!!

SMV LIBRE dijo...

Sarah guapa escribes genial. Yo no tengo ese talento que tienes tu, lo mio es el eclecticismo revolucionario, espero que mi blog llame tu atencion. Tu comentario merecera tanto la pena como tu blog.
Un rendido admirador

sarah dijo...

Gracias a todos, me enriquecen vuestros comentarios... y, en fin, un saludo a la ranita Kermi o sapo grandote más bien, el genio del eclecticismo revolucionario :))


Lovecats, de Benita Winkler